Para la mayoría de las personas mentir para el propio interés jamás está justificado (encontraron que ésto era así para el 46% de las personas sea cual sea su cultura -Inglehart, Basáñez, Díez-Medrano y Luijkx 2004-). Pero lo cierto es que la mentira forma parte de la vida diaria, afortunadamente conocemos algunas de las claves que nos ayudarán a reconocer el engaño. Si logramos reconocer el engaño, tratar de mentir carecerá de sentido.
LAS CLAVES DEL ENGAÑO
Según Zuckerman, De Paulo y Rosenthal (1981)
- Voz más aguda
- Dilatación pupilar
- Alteraciones y errores del habla
- Adaptadores: rascarse, juguetear distraidamente con un objeto,...
- Menos frecuencia de ilustradores: gesticulaciones que acompañan al discurso enfatizándolo.
- Movilidad corporal
- Risas, sonrisas
- Alteraciones del habla
- Discurso más breve
- Inhibición conductual.
- Falta de espontaneidad
- Discrepancia entre las conductas controlables y las no controlables
- Supresión intencionada de indicadores típicamente asociados al engaño
Según Buller y Burgoon (1994)
- Mensajes ambigüos o vagos
- Distanciamiento verbal y no verbal del interlocutor para evitar ser escudriñado
- El foco de la conversación se desvía a terceros, pocas referencias a uno mismo
- Conductas protectoras de la imagen y la relación: sonrisas, asentir con la cabeza,..
- Manifestación de arousal (aumento del ritmo cardiaco, sudoración, respiración agitada,..)
- Indicadores de emociones negativas asociadas al acto de mentir (negatividad verbal, evitar la mirada, ...)
- Dificultad comunicativa: desde discrepancia de canales a desviaciones del propio estilo comunicativo)
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