- alteraciones en las relaciones sociales y la interacción.
- alteraciones en la comunicación (verbal y no verbal) y la imaginación.
- presencia de patrones e intereses restrictivos y repetitivos de conducta.
Las alteraciones del espectro autista se dan en una proporción de 2-3 de cada 1.000 personas.
Algunos de los síntomas que pueden ayudarnos a saber si un niño sufre un trastorno del espectro autista son los siguientes:
- dificultades para establecer relaciones significativas. En edades tempranas puede que no se de apego (miedo al extraño o reacción tras la separación). Torpeza a la hora de establecer relaciones sociales.
- Ausencia de conductas de acción conjunta.
- Ausencia de resonancia emocional o capacidad de intersubjetividad primaria.
- Se comportan como si los demás no existieran.
- Puede que no responda a su nombre.
- Entonación extraña, monótona. Uso de ecolalias, repiten las últimas frases o palabras que han oído, aunque no tenga sentido.
- Deficiencias en la imaginación.
- Dificultad para comprender y utilizar el lenguaje no verbal.
- Estereotipias, obsesiones, conductas sin meta, rituales simples y complejos.
- Movimientos estereotipados, anomalías en la manera de andar y en la postura.
- Altos niveles de ansiedad.
- Conducta inadecuada.
- Puede que haya algún área en la que podría tener habilidades concretas y sobresalir.
- En los casos de autismo con retraso mental la probabilidad de tener epilepsias llega hasta 1/3 - 1/4.
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